Por: José A. Quevedo
En las últimas semanas ha existido un falso debate sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, y su equipo de colaboradores presentaron el dictamen técnico sobre la viabilidad del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) que contempla dos opciones: continuar con la construcción actual en Texcoco o detener la obra y construir dos pistas en la Base Aérea Militar de Santa Lucía y seguir con la operación del actual aeropuerto.
Aunque es viable construir dos pistas alternas en la principal base aérea militar del país, esta opción simplemente no funcionaria. En esta parte no se necesitan los grandes estudios e invertir dinero en costosos planes, basta ver directamente la distancia entre Santa Lucia y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), ver lo que pasa con el flujo vehicular de la autopista México-Pachuca y tener un poco de sentido común.
Siendo un asiduo visitante de la Base aérea conozco bien el trayecto y los problemas que tiene para su llegada y salida de la zona, apenas hace un par de años se inauguro un distribuidor vial que hace un poco más rápido el acceso a la Base Aérea desde la carretera México-Pachuca, pero fuera de eso el llegar a Santa Lucia desde la CDMX es un camino largo y extenuante que a ningún viajero le gusta tener, por ejemplo un persona que llegue a Santa Lucia desde el extranjero y quiera por ejemplo ir a Acapulco o Huatulco, tendría que hacer todos los trámites de entrada y de interconexión en ese lugar después tomar un camión que lo lleve durante 50 minutos hasta la caseta de entrada y después de ahí  internarse en el denso transito de la CDMX para llegar al AICM para su vuelo domestico, al menos le esperan dos horas de traslado, porque si su vuelo llega en la mañana tendrá que sumarle al menos otra hora para poder pasar el paradero del metro Indios Verdes y sus interminables filas de camiones suburbanos en cuarta o quinta fila esperando entrar al paradero, sobre la avenida Insurgentes Norte.
Así que después de pasar toda esa tortura volverán a pasar los controles y abordar su vuelo que en 50 minutos lo pondrá en su destino, así de fácil. Cuando son los espectáculos aéreos, la zona colapsa completamente por la cantidad de gente y la falta de infraestructura de comunicaciones he oído casos de gente que tardo 5 horas en llegar a su casa después del evento. Como se piensa mover las toneladas de carga que llegarían a la base?

Para resolver esa cuestión hay varias cosas que debemos tomar en cuenta, una de ellas es el sentido común. Nadie va a querer llegar a un aeropuerto para tardar tres horas en llegar a  tomar otro avión. La otra es la oferta y la demanda y como ejemplo podemos poner al Aeropuerto Internacional de Toluca en el que no se para ningún viajero, a pesar de estar más cerca y mejor conectado que Santa Lucia, ya que cuenta con una rápida aunque cara autopista de cuota y pronto un tren rápido; si el aeropuerto de Toluca sobrevive es porque existe un decreto que prohíbe a la aviación ejecutiva aterrizar en el AICM por lo que todos esos vuelos llegan ahí. No por nada todas las aerolíneas que ahí operaban terminaron en el AICM. En mi experiencia personal nunca he volado desde o hacia Toluca en vuelo comercial, siempre he preferido el AICM. Así de simple, por lo que si se quiere continuar por ese camino solo gastaremos más dinero y tendremos un aeropuerto sin usuarios.
Ahora tenemos que considerar que no se trata de construir solo un aeropuerto, sino construir un nodo (Hub) que permita enlazar el transporte de carga y de pasajeros desde y hacia México, reactivando la conectividad aérea y la actividad económica.
El concepto de hub surge a principios de los setenta cuando la empresa FEDEX diseña una red de distribución que utilizaría ciertos puntos estratégicos para llegar a muy diversos destinos, fue tan eficiente la manera de operar bajo estas bases que la idea se extendió rápidamente a la operación marítima. Los hubs a su vez pueden  subdividirse en nacionales e internacionales, como Nueva York y París que además de mover enormes cantidades de pasajeros que tienen como destino dichas ciudades, también son utilizados como conexión a otros destinos nacionales y regionales, en cambio, aeropuertos como el de Atlanta o incluso el de la Ciudad de México sirven de conexión principalmente para destinos dentro de sus respectivos países.

Es así que si queremos seguir compitiendo en el gran mercado internacional del transporte de carga y pasajeros debemos continuar con el proyecto del NAICM en Texcoco y olvidarnos de aeropuertos separados.
Si quieres conocer más sobre la Base Aérea Militar N° 1 te dejamos el siguiente articulo
https://mexicoaeroespacial.com.mx/2017/11/27/base-aerea-militar-no-1-p-a-alfredo-lezama-alvarez/