La empresa aeroespacial Saab completó un exitoso primer vuelo con el primer avión Gripen E 39-6001 de la Fuerza Aérea Brasileña.  El 26 de agosto, el avión despegó desde el aeródromo de Saab en Linköping, Suecia, piloteado por Richard Ljungberg, piloto de prueba de Saab. La duración del vuelo fue de 65 minutos e incluyó puntos de prueba para verificar el manejo básico y las condiciones de vuelo a diferentes altitudes y velocidades. El objetivo principal era verificar que el comportamiento de la aeronave estuviera de acuerdo con las expectativas.
“Este hito es un testimonio de la gran alianza que se ha construido entre Suecia y Brasil. Menos de cinco años desde que se firmó el contrato, el primer Gripen de Brasil realizó su primer vuelo,» dice Håkan Buskhe, Presidente y CEO de Saab.

En diciembre de 2013, el gobierno brasileño anunció que había escogido a Saab, tras una licitación en la que también participaron una empresa estadounidense y otra francesa. Los estudios de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) concluyeron que el Gripen respondía mejor a una perspectiva de planificación a largo plazo, por la transferencia de tecnología y por la posibilidad de desarrollar conjuntamente los aviones y construirlos en Brasil.
Aparte de cumplir los requisitos militares establecidos por la FAB, el Gripen era el caza que presentaba el menor costo operacional a lo largo de su ciclo de vida. El Teniente Brigadier del Aire Juniti Saito, quien era comandante de la FAB, explicó en aquel entonces: “El Gripen se negoció con el compromiso de que se haría la transferencia de tecnología necesaria para la capacitación del parque industrial aeroespacial brasileño. El carácter de prototipo del Gripen permitía la participación de Brasil en el desarrollo del proyecto, lo que daría a la industria nacional y a la FAB un acceso sin precedentes a todos los niveles de tecnología”.
A partir de ese momento se estableció una fuerte alianza para desarrollar tecnología conjuntamente, tanto en Brasil como en Suecia. El 27 de octubre de 2014, Saab y el gobierno brasileño firmaron un contrato asociado de cooperación industrial (offset) que incluía la transferencia de tecnología a empresas brasileñas y el compromiso de desarrollar y producir 36 cazas Gripen para el país.
En octubre de 2015, después de la entrada en vigor del contrato, cerca de 50 profesionales brasileños, entre ingenieros y técnicos, se trasladaron a Suecia para recibir conocimiento y formación teórica y práctica, cada uno de acuerdo con sus funciones dentro del programa Gripen. Fueron los primeros de un grupo de más de 350 brasileños que participarán en el programa de transferencia de tecnología hasta el final de la producción de los cazas.
Esta cooperación tecnológica ya está generando cambios positivos y avanzados en la base industrial de defensa de Brasil. La adquisición del Gripen trajo beneficios que van más allá del aumento de la capacidad operativa de la FAB ya que aparte de equipar a Brasil con uno de los cazas más modernos del mundo, la participación en el desarrollo del proyecto significará un salto tecnológico sin precedentes para la industria brasileña.
En noviembre de 2016 se inauguró el Centro de Diseño y Desarrollo del Gripen (GDDN, Gripen Design and Development Network) en la planta de Embraer de Gavião Peixoto, en el interior del estado de São Paulo.

El GDDN constituye el hub del desarrollo tecnológico del Gripen en Brasil. Actualmente trabajan en él unos 120 ingenieros, de los cuales 106 son brasileños y 14 son suecos expatriados comprometidos con el avance del programa. Esa cifra podría llegar a los 280 ingenieros.
En mayo de 2018 Saab presentó las instalaciones de la nueva fábrica de aeroestructuras del Gripen, Saab Aeronáutica Montagens (SAM). Ocupa una superficie de aproximadamente 5,000 m2 del municipio de São Bernardo do Campo, en el gran São Paulo. En la fábrica se producirán seis segmentos estructurales del Gripen brasileño: el cono de cola, los frenos aerodinámicos, el cajón de las alas, el fuselaje delantero (tanto de la versión monoplaza como de la biplaza) y el fuselaje trasero de los cazas, mientras que el montaje final se hará en la planta de Embraer de Gavião Peixoto.
A finales de ese mismo año se iniciaron las operaciones administrativas en la fábrica y se contrató a los primeros empleados y proveedores. En 2020, toda la estructura fabril estará lista para dar inicio a la producción de los componentes del Gripen. Desde un principio, SAM se prepara para formar parte de la cadena global de suministros de Saab, tanto para el mercado civil y como para el de la defensa. “La inversión en la nueva fábrica constituye una etapa más en la alianza a largo plazo entre Saab y Brasil”, comenta Mikael Franzén, jefe de la unidad de negocio de Gripen Brasil de Saab
Un legado: Transferencia de tecnología
El programa Gripen brasileño incluye más de 60 proyectos offset —compensaciones de naturaleza industrial, tecnológica o comercial— con el fin de promover la autonomía de la Fuerza Aérea Brasileña y de la industria aeronáutica en la adquisición de know-how en inteligencia de defensa y su independencia en el mantenimiento de los cazas.
Los proyectos de compensación industrial y tecnológica ya han comenzado en Brasil, como parte de una larga lista de proyectos offset que seguirán. Hay mucho trabajo por delante, pero la intención es garantizar que, después de la entrega de los 36 cazas Gripen a la Fuerza Aérea Brasileña, los esfuerzos y las nuevas tecnologías constituyan un legado que quede para la posteridad en las empresas nacionales. En el primer trimestre de 2019 había ya 120 especialistas trabajando en el GDDN en el desarrollo de los cazas.
“Dimos inicio a la colaboración con Brasil tanto por el lado académico como por el industrial” — explica Pontus de Laval, director de tecnología (CTO) de Saab—. “Estamos trabajando juntos en  esa cooperación industrial que es parte integral del programa Gripen para Brasil, y en el país el embrión de esa transferencia de conocimientos y de la generación de innovación y tecnología por parte de Saab es el GDDN”, comenta.
En los próximos años, cerca de 280 empleados conformarán el equipo de planta, potencializándolo como un punto de referencia en el mercado de defensa. El centro forma parte de las compensaciones (offset), cuyo valor total supera los 9 billones de dólares.
Embraer, AEL Sistemas, Akaer, Atmos, Atech y la propia FAB, por medio del Departamento de Ciencia y Tecnología Aeroespacial (DCTA), participan en ese gran círculo de innovación, interactúan directamente con los proyectos por medio del GDDN y contribuyen al desarrollo del Gripen y a las adaptaciones necesarias para que cumpla los requisitos de la FAB. Es precisamente en esas alianzas donde es posible observar la transferencia de conocimientos, el impacto tecnológico y la contribución real al desarrollo de competencias en Brasil en el mercado de la aeronáutica y la defensa.
Más que conocimientos, este intenso proceso de transferencia de tecnología fomenta la formación de nueva mano de obra especializada y amplía el grado de autonomía de la FAB en capacidad de mantenimiento, aparte de mejorar los procesos de las industrias que participen en el programa Gripen brasileño. Todo eso consolida un legado importante para Brasil en el largo plazo, y el proceso ya se encuentra en una fase avanzada de desarrollo
El Gripen E 39-6001 es el primer avión que se produce para Brasil y se utilizará en el programa de prueba conjunta como avión de prueba. Las principales diferencias en comparación con el avión de prueba anterior, entregado a la Fuerza Aérea de Suecia, son que el 39-6001 tiene un diseño de cabina totalmente nuevo, con una gran pantalla de comando (Wide Area Display), dos pequeñas pantallas Head Down Display (sHDD) y una nueva pantalla Head Up Display (HUD). Otra diferencia importante es un sistema de control de vuelo actualizado con leyes de control actualizadas para el Gripen E. También incluye otras modificaciones tanto en hardware como en software.
“Para mí, como piloto, ha sido un gran honor volar el primer avión Gripen E brasileño, ya que sé cuánto significa esto para la Fuerza Aérea brasileña, para Saab y para nuestros socios brasileños. El vuelo fue suave y el avión se comportó tal como lo hemos visto en las plataformas y simuladores. Esta fue también la primera vez que volamos con la pantalla Wide Area Display en la cabina, y estoy feliz de decir que el avión alcanzó mis expectativas a cabalidad,” dice el piloto Richard Ljungberg. El 39-6001 se unirá al programa de pruebas de vuelo, así como de pruebas del sistema táctico y de los sensores.