Con la llegada del nuevo F-39E Gripen a la Fuerza Aérea Brasileña, se reanima el debate sobre las capacidades de combate de las distintas fuerzas aéreas en Latinoamérica. Es claro que la fuerza más potente y mejor equipada tecnológicamente es Brasil pero que al mismo tiempo está construyendo una robusta base industrial que le permite, colocarse como uno de los países más desarrollados en la industria aeroespacial a par de potencias como Francia o Reino Unido.

Con la adquisición de este nuevo caza de combate, Brasil da un paso firme en su proceso de actualización y fortalecimiento de sus Fuerzas Armadas. “El Gripen aumenta la capacidad operativa de la Fuerza Aérea Brasileña y promueve una asociación que fomenta la investigación y el desarrollo industrial en ambos países”, afirmó el Ministro de Defensa de Brasil, durante la llegada del primer avión F-39E.

La asociación de Brasil con Saab comenzó en 2014 con la firma de un contrato para producir 36 aeronaves: 28 Gripen E y ocho cazas biplaza Gripen F. Las partes habían negociado las provisiones de este acuerdo durante 10 años. La tecnología que se entregará a Brasil en el marco de la implementación del respectivo programa con Saab beneficiará a su industria aeronáutica nacional.

Pero como están los demás países en Latinoamérica? Chile al igual que Brasil cuenta con una potente aviación de caza en la figura de diez Lockheed Martin F-16C/D Fighting Falcon Block 50, los cuales son reforzados por 18 F-16A/B Block 20 MLU de segunda mano a Holanda y otros 18 del mismo origen comprados en 2007, a los que alto mando de la FACh planea modernizar para que sirvan hasta el 2040.

La flota de F-5E modernizados al estándar Tigre III, se mantiene aún en servicio en el sur del país, manteniendo a los F-16  en el norte, aunque la Fuerza Aérea de Chile actualmente se encuentra analizando el futuro de sus F-5E, una opción sería reemplazarlos aunque la falta de amenazas en dicha región del país ha llevado a considerar la  posibilidad de  desactivar el Grupo de Aviación Nº12 en Punta Arenas, dada la inversión necesaria para comprar nuevos aviones.

F-16 Block 50 Foto FACh

En el país vecino la Argentina, las recurrentes crisis económicas que han servido de justificación al gobierno argentino para no incorporar nuevos equipos, aunque las malas políticas también ha afectado a su fuerza aerea, tanto que la flota de aviones Mirage supersónicos, retirados del servicio en el 2015, no ha querido ser reemplazada, de los aviones A-4AR Fightinghawk, solo queda un puñado operativo, después de haber contado con  32 aeronaves, aunque este avión no es supersónico, por lo que en la actualidad el país no cuenta con aviación supersónica.

Aunque en el 2019, se decidió la compra de hasta doce aviones supersónicos FA-50,  de la empresa coreana KAI, para reemplazar a los A-4AR Figthinghawk, el gobierno del presidente Mauricio Macri, prefirió dejar la firma del contrato para el nuevo gobierno, el cual a la fecha no ha retomado el tema, siendo poco probable que haya algún tipo de avance en el corto plazo. Por otra parte el Comando de Aviación Naval Argentina avanza lentamente en la puesta en servicio de los cinco Super Etendard Modernizé comprados en 2018 y recibidos en 2019, esperándose que puedan volar en este 2020.

Actualmente, la Fuerza Aérea Colombiana cuenta con 18 interceptores IAI Kfir C10 y tres TC12 en el Escuadrón Nº 111 del Comando Aéreo de Combate Nº1 en la Base Aérea Germán Olano, en Palanquero. A pesar de que los Kfir colombianos recibieron muchas mejoras, la Fuerza Aérea se encuentra en el proceso de encontrar un  reemplazo del que al parecer ya se tiene una decisión, aunque el gobierno aún no ha aprobado el presupuesto de 1,200 millones de dólares. Colombia también ha expresado su interés en la compra de un lote de KAI FA-50 para reemplazar a los A-37B Dragonfly que operan en Barranquilla.

En Venezuela y a pesar de que cuenta con una flota de 24 interceptores de fabricación rusa Sukhoi Su-30Mk2, hay dudas sobre su operatividad real ya que sus capacidades están disminuidas por la falta de presupuesto, igual situación presentan los interceptores F-16A/B Fighting Falcon.

La otra fuerza importante de Sudamérica es el Perú que basa su aviación en combate en dos aeronaves el Mig 29 y el Mirage 2000. Ocho de los Mig-29 han sido modernizados al nivel SMP, Perú al igual que otras fuerzas cuenta con algunos planes de modernización que incluyen también al FA-50 para sustituir sus entrenadores Aermacchi MB-339P y al A-37B Dragonfly, aunque la modernización está detenida por la falta de presupuesto.

La Fuerza Aérea Ecuatoriana firmó un leasing por doce Denel Cheetah C a Sudáfrica, los cuales cuentan con una aviónica similar al Kfir CE, pero mantienen el motor SNECMA Atar 9 francés. Sin embargo, debido a la falta de recursos algunos se encuentran tierra y se está analizando una oferta de IAI para recuperar y modernizar los aparatos incorporando algunos ejemplares adicionales.

Paraguay, Bolivia y Uruguay no cuentan con aviones de combate. Bolivia opera un lote de seis Hongdu K-8 de entrenamiento, con cierta capacidad de ataque pero sus motores tienen limitaciones para operar en altura. Paraguay por su lado, cuenta con un puñado de Embraer Tucano como sus únicos aparatos con capacidad ofensiva y Uruguay, necesita reemplazar a los viejos A-37B Dragonfly.

Por su parte los países centroamericanos exceptuando a Honduras con sus F-5, no cuentan con aviones de combate, algo similar ocurre con el Caribe, en donde solamente Cuba mantiene una cada vez más insignificante fuerza de caza compuesta por equipos de la era soviética como los Mig-21, Mig-23 y Mig 29, la Republica Dominicana cuenta con un escuadrón de aviones Super Tucano como fuerza de combate.

Finalmente México, en donde su fuerza aérea continúa operando un puñado de aviones interceptores F-5E/F en un único escuadrón de combate, que cuenta con una baja operatividad por falta de recursos, aunque México en su escenario geopolítico no cuenta con una situación que amerite la urgencia de renovación de estas aeronaves, si cuenta con una enorme industria aeroespacial que si requiere en cambio, urgentemente de un plan estructurado para nuevos proyectos de aviación que incentiven y el desarrollo de capacidades industriales en materia aeroespacial.

Se ha hablado en un primer momento de la actualización de los F-5E en una primera instancia para después pasar a la renovación del equipo de combate, aunque nada de esto se ha planteado de manera oficial. Para México debería ser prioridad que sus fuerzas armadas no pierdan su capacidad de combate y supersónica que todavía representan los tigres mexicanos y mejor aún reforzarla.

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