Se puso en operación un simulador de Control Radar, de los más modernos del mundo, con el que se entrenará a los controladores de tránsito aéreo que darán servicio en el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).  La nueva herramienta, donada por la corporación estadounidense MITRE, es capaz de crear escenarios hipotéticos en tiempo real  y permite estudiar, analizar y definir los procedimientos que se aplicarán a las operaciones de tránsito aéreo relacionadas con los aterrizajes y despegues de aeronaves sencillos y simultáneos en el Nuevo Aeropuerto.

En su oportunidad, el director internacional del Centro para el Desarrollo de Sistemas Avanzados para la Aviación de Mitre, Bernardo Lisker, explicó el uso del equipo donado y mostró posibles escenarios, en caso de que operaran de manera simultánea la Base Aérea de Santa Lucía y el actual aeropuerto internacional.

La propuesta de construir un nuevo aeropuerto comercial en la base militar de Santa Lucía, es “un proyecto de buena fe, pero aeronáuticamente inviable”, aseguró Bernardo Lisker, director internacional del Centro para el Desarrollo de Sistemas Avanzados para la Aviación de la corporación Mitre.

Explicó que cancelar la construcción actual del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) y construir otro en Santa Lucía, implicaría costos adicionales, no aumentaría la capacidad que se requiere para terminar con la actual saturación y, sobre todo, implicaría serios riesgos que el Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (SENEAM) no deberá permitir.

El experto insistió en que el proyecto es “técnicamente inseguro e inviable”. Enfáticamente, contundentemente, aeronáuticamente hablando no es viable. El SENEAM lo ha estudiado también y no se puede”, afirmó. Agregó que las aproximaciones de las naves en el aeropuerto actual se concentran en San Mateo y que con las de la terminal en Santa Lucia convergiría a menos de mil pies con las de Santa Lucía, lo que iría en contra de las normas y generaría grandes riesgos. Cancelar la construcción del NAICM para echar mano de otro proyecto, solo el terreno tendría un costo de entre 150 y 200 mil millones, mayor al del nuevo aeródromo en desarrollo.

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