Por: José Antonio Quevedo
Pero el tema mayor está en el mecanismo conocido como quinta libertad del aire. La quinta libertad permite a una aerolínea que transporte pasajeros entre dos países diferentes a aquel en el que tiene su base. Es así que en este caso, Emirates vuela de Dubái a Barcelona y a la Ciudad de México sin necesidad de que el vuelo sea continuo. Son como dos vuelos en uno
Otra de las organizaciones inconformes es la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA) ya que esta, considera que la estrategia de Emirates “es altamente predatoria” y pone en riesgo los empleos del personal de las aerolíneas mexicanas.

El principal reclamo es sobre el vuelo de CDMX a Barcelona ya que compite directamente con Aeroméxico, señalando que pocas personas continuaran en el tramo hasta Dubai. Sobre ese tema el  director general de Aeroméxico, Andrés Conesa, en una conferencia con analistas bursátiles señalo: ¿Cómo ser competitivos con una entidad que no está en deuda con los accionistas, más bien opera como una extensión del gobierno de los Emiratos Árabes Unidos?”.
En ese tenor Tim  Clark , presidente de Emirates Airlines, dijo en julio pasado que: “La ruta entre Barcelona y la Ciudad de México había sido descuidada por años por otras aerolíneas y continúa siendo desatendida, a pesar de la fuerte demanda de vuelos”.
Aunque Emirates cuenta ya con una asignación inicial de slots (tiempos de despegue y aterrizaje) para su operación diaria en el AICM, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) analiza la situación para determinar si se les otorgará o negará el permiso.
No obstante, el subsecretario de Comunicaciones y Transportes, Carlos Alfonso Morán Moguel, aseguró que: “Todavía no está autorizado el vuelo, ni los slots necesarios para la operación de la ruta Dubái-Barcelona-México».  Las operaciones de Emirates a México serán a bordo de un Boeing 777-200LR con capacidad para 38 asientos en primera clase y 264 asientos en clase turista.