Por M. García
Las celebraciones de independencia del 2019,  nos dejan un par de cosas buenas y otras que no lo son tanto. Por supuesto que uno de los mayores temas de discusión se centró en que el programa de recuperación de los cazas F-5E/F de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) que por fin está dando frutos, ya tenemos la certeza de que al menos cuatro aviones están operativos y tenemos razones para creer que son hasta seis los aviones que han recuperado sus capacidades de vuelo. Estaremos como siempre atentos al tema, ya que se ha hablado mucho de su modernización, sin concretar ningún plan.
Para nosotros, esta ha sido una batalla que venimos librando desde hace un par de años, cuando un sitio sin conocimiento real del medio militar mexicano, publicó que los aviones ya habían sido dados de baja, momento en que nosotros comenzamos a difundir las noticias sobre el programa de recuperación de la FAM en base a documentación oficial,  sin embargo el sensacionalismo de la mala nota, opacó que tuviésemos eco en el público.

Nuestro último avance había sido dar a conocer que los motores enviados a Ruag, en Suiza, ya estaban de regreso en México y que el plan de recuperación continuaba avanzando. Hoy nos alegra decir que no nos equivocamos y que lo demás es historia.
Sin embargo el daño a la percepción de la defensa mexicana aún existe, muchos editores de revistas y periódicos especializados, aún creen que los aviones fueron dados de baja y aún hoy no ponen atención al tema como se debería; esto es desde un enfoque industrial y comercial, pero sin nadie que propicie la comunicación y el dialogo para los siguientes 6 años, el panorama es aún más complicado. He ahí una lección para quien cree que la prensa especializada no tiene impacto.
El contexto en que todo esto nos pasa es interesante, Brasil recibe ya su primer Saab Gripen dentro de lo que es el contrato aeronáutico militar más importante en la historia de Latinoamérica, mientras que en el medio oriente ya se manifiesta la verdadera posibilidad de guerra tras los ataques a las refinerías Saudíes, situación que es probable desencadene una guerra más en el medio oriente.  Sólo hay que recordar que pasó en 1991, cuando las reservas saudíes sólo estaban amenazadas, no atacadas.

¿Y en México? Pues aquí tuvimos un desfile militar con mensajes muy extraños, en donde en vez de ser un día para que la Sedena y la Semar mostraran su crecimiento tecnológico e industrial, fue una manifestación de la agenda política que gobierna el país, a donde el concepto de modernidad y verdadera defesa nacional recibió el mínimo de atención, sin duda los siguientes cinco años serán de lo más interesante.