Por José A. Quevedo
Desde hace más de diez años las acciones contra el crimen organizado han generado una enorme necesidad de aeronaves para vigilancia, es así que la Fuerza Aérea (FAM) y la Aviación de la Armada de México (AARM) han comenzado a equiparse con aeronaves que puedan cumplir estas tareas.

Hasta antes de la insurrección del EZLN en 1994, no existían aviones que pudieran realizar esta misión así como el monitoreo de comunicaciones, así que se a través de aviones King Air C-90 e IAI Arava se monitoreaban las comunicaciones del grupo insurrecto mediante la simple instalación a bordo de radios o cámaras de foto reconocimiento.
Producto de lo anterior, se procede a desarrollar tripulaciones y operar aeronaves dedicadas a vigilancia, introduciendo en 1994 dos unidades del extraño pero altamente eficiente avión Schweizer SA2 37A/B Cóndor, este era un avión biplaza que aunque ya no está en servicio, brindo a la FAM la primera experiencia de una aeronave específicamente dedicada para vigilancia todo tiempo con sistemas FLIR. Pero es hasta los años de 2002 y 2004, que el verdadero pasó hacía una fuerza que tuviese presencia en el aíre con tecnología de punta para control aéreo e inteligencia de comunicaciones comienza a darse, con la activación del SIVA o Sistema Integral de Vigilancia Aérea, el cual entra en funcionamiento el 16 de septiembre de 2004.

SIVA
Para operar el SIVA se creó el Escuadrón de Vigilancia Aérea equipando tres escuadrillas con las siguientes aeronaves: dos Embraer EMB-145 RS/AGS y un EMB-145 AEW&C, cuatro Fairchild C-26B Metroliners, más los ya mencionados Cóndor y King Air C-90 relacionados estos últimos a tareas de reconocimiento fotográfico, operando desde las bases de Ixtepec, Mérida y Hermosillo. A la fecha los C-26 han sido dados de baja.
En la actualidad el SIVA ha evolucionado a ser una red de vigilancia bastante compleja y amplia, que depende de radares de tierra, radares aerotransportados, aviones de vigilancia ya sean tripulados o no y un Centro de Mando y Control junto con sus enlaces de las tres Escuadrillas del Escuadrón de Vigilancia y que eventualmente será reubicado de acuerdo a los planes de mejora del mismo.
Hoy en día tanto la Secretaría de Marina como la Secretaría de la Defensa, en conjunto con autoridades civiles como el SENEAM y entidades internacionales como el NORAD y el U.S. Northcom tienen activos y aportan información que alimentan esta compleja visión del espacio aéreo mexicano, para razones de defensa y monitoreo de actividad de aeronaves.
Del 1 de diciembre de 2018 al 31 de julio de 2019, se ha realizado 136 misiones con plataformas de vigilancia aérea “Embraer 145” y aviones “King Air BE-350 ER” de la Fuerza Aérea Mexicana; con un total de 568:52 horas de vuelo. También se apoyó en el concepto operativo para la vigilancia de los ductos de PEMEX, empleando Sistemas de Aeronaves Pilotadas a Distancia de la SEDENA, SEMAR, C.N.I., F.G.R., P.F. y PEMEX, para combatir el robo de hidrocarburos llevando a cabo del 1 de diciembre de 2018 al 31 de julio de 2019, 272 misiones de vigilancia, con un total de 842:45 horas de vuelo.

Por otra parte se ha logrado mantener el 32% de cobertura del espacio aéreo nacional, con el empleo de Sistemas de Detección emplazados en el Sureste del país, el cual consta de cuatro radares tácticos móviles TPS-78 con un alcance reportado de 450 km, mientras que la Armada de México cuenta con al menos cuatro radares 3D AN/MPQ-64 Sentinel.
Dentro del SIVA, destacan por su nivel tecnológico los aviones EMB-145 RS/AGS y EMB-145 AEW&C, este último lleva el radar Ericsson Erieye con capacidad de barrido de 360° y detección inteligente de objetivos en superficie y aire, le da a la FAM capacidades de control aéreo y vigilancia nunca antes vistas, ya que un solo avión puede monitorear hasta 450 kilómetros de espacio aéreo o mar mientras se traslada de un extremo del país al otro. El sistema también cuenta con una potente suite de guerra electrónica con sistemas pasivos ELINT y COMINT que pueden monitorear ampliamente el espectro electromagnético de la zona en que operen. Sin embargo, pese a estas importantes cualidades, el AEW&C no deja de ser en su, generalidad, un radar de control aéreo volador.
Los dos EMB-145 RS/AGS, confundidos comúnmente como aviones de vigilancia marítima, sólo por llevar sus sensores dirigidos hacia abajo y porque en su tiempo Embraer los publicitó con misiles anti buque, encasillándolos en un tipo de tarea que en el caso de México, no correspondía con la realidad. Actualmente esta plataforma ha sido correctamente rebautizada por Embraer como EMB 145 Multi Intel; en respuesta al cambio en el mercado de aeronaves ligeras con roles ISR, que comienzan a conjugar todas las tareas de vigilancia de señales y comunicaciones en un solo avión. Entre los años 2015 y 2016 se aplicó una actualización de sistemas a los tres aviones EMB-145 y se les añadió una serie de antenas SATCOM, FLIR y radares multimodal.
Una de las máquinas más nuevas e interesantes del inventario actual de la Fuerza Aérea Mexicana, se trata del magnífico Beechcraft King Air, que en el servicio militar mexicano se ha operado en diversas versiones como la C-90 o la 300LW y que en años recientes ha comenzado a introducirse exitosamente en las nuevas variantes i y ER (Extended Range) que no sólo mejoran sino que catapultan un linaje de aeronaves más allá de los roles típicos de transporte y carga militares.

Los aviones especialmente modificados para misiones de vigilancia, son los nuevos ojos en el cielo de la FAM y la aviación naval fácilmente identificables por una “jorobas” pero que en realidad son una serie de radares, antenas satelitales y cámaras que hace veinte años era impensable que se pudieran montar a bordo de un avión de estas dimensiones. En los últimos dos años la FAM ha incorporado cerca de diez Beechcraft King Air 350 de los modelos i y ER mientras que la Aviación de la Armada ha comprado seis aviones de la misma versión, algunos de los cuales también recibieron sustanciales modificaciones para labores de inteligencia ya que además el King Air 350 ER cuenta con doce horas de autonomía.

Gracias a la digitalización y miniaturización de las tecnologías de la información, así como a la imparable mejora de los sistemas electrópticos de vigilancia, ha sido posible que en los últimos años firmas como Beechcraft estén en posibilidad de introducir aeronaves como el King Air 350 para labores de vigilancia o como se le denomina actualmente ISR Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento (Intelligence, Surveillance, and Reconnaissance). La idea y la mezcla es tan exitosa que organizaciones como la USAF, El ejercito de los Estados Unidos y la CIA, tienen importantes flotas de aviones King Air altamente modificadas y configuradas para labores ISR y COMINT (inteligencia de comunicaciones) que dan apoyo a sus equipos de fuerzas especiales en escenarios tácticos viendo y escuchando las comunicaciones del enemigo.

Antes, el esfuerzo de montar sistemas de vigilancia o inteligencia en aeronaves era una tarea cara en tiempo y dinero. Como es obvio dar mantenimiento a un King Air, un Cessna Citation o un EMB-145 cuesta una fracción de lo que costaría en un avión como el Boeing 707 o un 737, aparte de que la tarea de movilizar grandes aviones con enormes discos sobre su fuselaje no era precisamente el tipo de discreción que un servicio de inteligencia o un grupo de Boinas Verdes necesitan, aunque hay naciones como Australia y Turquía que por alguna razón, siguen dispuestas a costearlos.

Las empresas Bell y Bird Aerosystems unieron esfuerzos para ofrecer de modo conjunto una suite de inteligencia a bordo llamada ASIO por sus siglas en Ingles que significa Aerosystems Surveillance, Intelligence and Observation, o Aerosistema de vigilancia, inteligencia y observación.

Este sistema es escalable y abierto en su arquitectura y puede instalarse a la medida. Comprende una torreta FLIR y una antena de trasmisión/recepción de datos así como una estación para el manejo y representación de los sistemas e información.
Algunos helicópteros de la FAM también tienen diferentes capacidades ISR, empezando por los Bell 412, que han sido vistos con las torretas FLIR en montajes removibles en la estructura de la aeronave, al igual que algunos helicópteros UH-60M  Black Hawk  de la Fuerza Aérea y Panther de la Armada; sin embargo no es hasta la llegada del Bell 407 GX a la FAM que se conoce que al menos tres helicópteros 407 GXP están configurados con sistemas ISR de última generación ASIO. Curiosamente en 2017 se presentó una variante del Bell 206 de la FAM con un montaje electróptico instalado en la nariz de la aeronave, que alimenta una pequeña pantalla en la cabina de mando, lo que puede tratarse de un desarrollo interno de la FAM para brindar vigilancia y protección a sus helicópteros fumigadores.

La variante es denominada Bell 407 ASIO por el sistema de misión que lleva a bordo y que por sus siglas en Ingles. Es probable que al menos cinco Bell 407 ASIO estén operando bajo los colores de la FAM.

Con información de Mariano García