El pasado 5 de junio un avión especialmente preparado WC130J realizó un vuelo sobre el Golfo de México  para monitorear y obtener datos de la Tormenta Tropical Cristóbal que se situaba en la bahía de Campeche, enviando la información al Centro Nacional de Huracanes en la Florida,  para ayudar  a mejorar sus modelos de computación que prevén movimiento e intensidad para los huracanes de la temporada.
El avión pertenece al Escuadrón 53 de reconocimiento meteorológico ( 53º WRS 53rd Weather Reconnaissance Squadron) y es la única unidad del Departamento de Defensa norteamericano que lleva las misiones de reconocimiento meteorológico al clima tropical severo del 1 de junio al 30 de noviembre, para recopilar datos que mejoren sus pronósticos y advertencias de tormenta.

 

La misión de este escuadrón es única, que es única por varias razones. Primero, su área operativa es inmensa, desde el Atlántico medio hasta Hawai. En segundo lugar, mientras el escuadrón está alineado bajo el Comando de Reserva de la Fuerza Aérea, las tareas de reconocimiento del clima se originan en el Centro Nacional de Huracanes, que cae, no bajo el Departamento de Defensa, sino el Departamento de Comercio. A través de un acuerdo entre agencias, el reconocimiento del clima tropical se rige por el Plan Nacional de Operaciones de Huracanes, que requiere que el escuadrón respalde operaciones continuas las 24 horas del día, con la capacidad de volar hasta tres tormentas simultáneamente con tiempos de respuesta de 16 horas.  La unidad vuela hacia tormentas incluso antes de que se nombren. Llamadas misiones de inversión, la unidad vuela estos sistemas a 500 a 1,500 pies.
Una vez que un sistema se convierte en tormenta tropical o huracán, vuelan a altitudes más altas, que varían de 5,000 a 10,000 pies dependiendo de la severidad de la tormenta. Las tripulaciones vuelan a través del ojo de una tormenta cuatro o seis veces para localizar el centro de baja presión y la circulación de la tormenta. Durante cada pasada por el centro, liberan una sonda de caída, que recopila datos meteorológicos sobre su descenso a la superficie del océano, específicamente la velocidad del viento, la dirección del viento, la presión, la temperatura y la humedad.

Durante los vuelos de inversión y tormenta, las tripulaciones aéreas transmiten datos meteorológicos a través de comunicación por satélite cada 10 minutos al Centro Nacional de Huracanes para ayudarlos con sus pronósticos y advertencias de tormenta.
Además de volar reconocimiento de clima tropical, el escuadrón también vuela tormentas de la temporada de invierno sobre el Golfo de México y los océanos Atlántico y Pacífico. Estas misiones se realizan a una velocidad de 25,000 a 30,000 pies y se lanzan 25-30 sondas por misión para proporcionar datos meteorológicos para ayudar a predecir estos eventos,
El año pasado, los cazadores de huracanes volaron más de 684 horas y 81 misiones en nueve tormentas sobre los océanos Atlántico y Pacífico. Los pronosticadores de este año predicen una temporada más fuerte que la normal.

Imágenes: 53º WRS 53rd Weather Reconnaissance Squadron