Por: José Antonio Quevedo
En octubre de 2007, salió a luz pública un documento interno de la Secretaria de la Defensa Nacional (SEDENA) titulado “Agenda. Panorama General del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos”, en el que la dependencia hacia una autoevaluación y diagnóstico de su situación operativa y administrativa, mencionando entre otros temas, el acelerado desgaste de las aeronaves de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) lo que haría que las flotas de transporte y sobre todo la de combate redujeran su capacidad hacia el año 2012, si no se iniciaban medidas que lo impidieran.
El texto detallaba la manera en que se había desgastado el material aéreo, señalando que la FAM enfrentaba desde hace años un severo atraso que sólo le permitía movilizar en ese momento a 2,500 elementos de los 202 mil con que contaba la dependencia. Sin embargo, por cuestiones técnicas, esta capacidad se reducía a 1,800 elementos o bien 150 toneladas de carga, reconocía la Defensa Nacional en su análisis interno. El documento señalaba también que la FAM enfrentaba también un serio déficit de tripulaciones, ya que contaba con 299 tripulaciones de vuelo, de las 554 que debería tener toda vez que se debería contar con tripulaciones dobles, presentando un déficit de 255.
Se enfatizaba que la FAM contaba con un total de 427 aeronaves una vez recibidos los aparatos que le fueron transferidos de la PGR para hacerse cargo de las operaciones de erradicación de enervantes. En ese momento la FAM tenía 369 aparatos, de los cuales 259 eran de ala fija (aviones) y 110 de ala rotativa (helicópteros). A estas cifras se sumaron en el 2007, 50 helicópteros y 8 avionetas Cessna.
En este punto, la SEDENA advertía que el proceso de desgaste de los aparatos seguirá adelante durante la actual administración, «y si no se inicia su reposición gradual la rama de transporte de ala fija desaparecerá». De igual manera, añade, «la de pelea, con excepción de dos aparatos PC-9M y la de reconocimiento, mermarán su operatividad en un 50 por ciento».
Todo esto, «sin considerar 76 aviones Cessna C-182 Skylane, cuya operación es sumamente riesgosa por sus características eminentemente civiles». La SEDENA señala que el mantenimiento de varios aparatos obsoletos es oneroso y la existencia de piezas de repuesto en el mercado es cada vez más escasa.
Siendo así que en diciembre de ese año el General Guillermo Galván Galván, entonces Secretario de la Defensa Nacional, se reunió con los integrantes de la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados y les señalo que los equipos y materiales de guerra de las fuerzas armadas eran obsoletos.
Galván solicitó una ampliación de 32 mil millones de pesos al presupuesto para adquirir aeronaves Lockheed Martin F-16 para la Fuerza Aérea Mexicana, renovar la flotilla de vehículos Hummers del ejercito y cambiar los radares, que actualmente, reconoció en ese momento, sólo operan tres horas al día, lo cual implicaba que cualquier nave fuera de ese periodo podría ingresar al espacio aéreo sin ser detectada. Galván dijo además que uno de sus objetivos es incrementar en 500 pesos el sueldo mensual a la tropa.
Al reunirse con la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, el General Secretario reiteró la solicitud presupuestal con el fin de renovar aviones, así como otros vehículos y material de guerra obsoletos, ahí se explico por ejemplo que la flota de aviones de transporte de la Fuerza Aérea cumplió ya su ciclo de vida útil y que los Northrop F-5E/F debían ser complementados o sustituidos. La ampliación presupuestal permitiría la adquisición de las aeronaves F-16 en un plazo máximo de cuatro años en flotillas de cuatro por un monto estimado de mil 600 millones de pesos.
“Por la situación económica difícil que vive el país, tendrá que esperar la adquisición de aviones F-16 y de baterías antiaéreas, que son equipos necesarios para la defensa de la soberanía”, dijo el presidente de la Comisión de Defensa Nacional de la Cámara de Diputados. “Sin embargo, el gasto autorizado a las Fuerzas Armadas coloca a la institución castrense en una mejor situación respecto de los años anteriores del mandato del Presidente Calderón”, planteó el legislador, además “el apoyo presupuestal mejoró las condiciones en que operan las fuerzas armadas, y progresivamente avanzará en 2009”.
«Los retrasos que desde 2007, reportó el secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván, los vamos a recuperar», aseguró el diputado. Otras adquisiciones serán la de radares para la región sur del país y helicópteros, al tiempo de que los aviones servirán para el transporte de personal militar y de víveres y materiales en operaciones de auxilio a la población en casos de desastre. Sostuvo que desde que el secretario de la Defensa Nacional dio la voz de alarma en octubre del 2007, sobre las condiciones en que opera y se había desgastado el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, comenzó un proceso de recuperación.
El presupuesto autorizado dará a la Secretaría de la Defensa Nacional la oportunidad de actualizarse en varias líneas, en que se ha rezagado, como es el caso del equipamiento de la fuerza aérea. “En ese sentido, las adquisiciones de las aeronaves F-16, necesarias para la defensa territorial, el Presidente de la República y el secretario de la Defensa podrán acordar la compra de equipos, una vez de que el país salga del bache económico, ya que tiene prioridades sociales que atender”, señaló el entonces diputado Presidente de la Comisión de Defensa.
Es así que lentamente a partir de 2009 y con el Gral. de División Leonardo González García, al frente de la Fuerza Aérea Mexicana se inicio la renovación de las aeronaves, ahora se realizaron varios proyectos con las nuevas normas presupuestales, cuya característica principal era de incorporar equipos nuevos, de preferencia de última generación financiados a través de arrendamiento financiero vía un banco del propio gobierno como Banobras o a través de pagos directos, olvidándose de la mala experiencia pasada de comprar equipo de segunda mano.
Es así que para el 2010 llegaron los primeros dos aviones de transporte medio Airbus Military C-295M que sustituirían al IAI Arava 201 del Escuadrón Aéreo 301, los primeros 6 helicópteros EC-725 Cougar que reforzarían al Escuadrón Aéreo 101 y los Alenia C-27J Spartan que reforzarían las operaciones de los C-130 en el Escuadrón Aéreo 302.
Para la aviación táctica se realizo un primer pedido por seis T-6C en 2011 a un costo de dos mil 100 millones de pesos incluyendo un considerable paquete de infraestructura de apoyo. El segundo pedido costó 678 millones de dólares en el 2012. Es importante destacar que el T-6C permite a los pilotos mexicanos obtener las habilidades necesarias para operar la siguiente generación de interceptores mexicanos a un tercio del costo de operar un avión como el F/A-18E Hornet, por sus avanzados sistemas digitales y de planeamiento de misión.
A la fecha el T-6C se coloca como uno de los aviones más modernos y sofisticados a un costo relativamente modesto al evitar que los pilotos aviadores realicen costosas horas de vuelo en algún otro jet, lo que le ahorra al estado una importante cantidad de recursos operativos anuales para la capacitación de pilotos avanzados. Es así que el T-6C se consolida como el avión multipropósito estándar en los escuadrones aéreos de la Fuerza Aérea Mexicana y el avión de transición para plataformas aéreas de mayor desempeño.
Con la llegada del nuevo gobierno al final de 2012, el nuevo Secretario Gral. Salvador Cienfuegos, presento el «Programa Sectorial de Defensa Nacional 2013-2018» que es un instrumento que sirve de guía para asociar el gasto corriente y el de inversión, con los objetivos, estrategias y prioridades establecidas para la SEDENA, donde se encuentra la proyección de las actividades inherentes a la Fuerza Aérea Mexicana para estos años, por primera vez se plasmaba como parte de las actividades la renovación de equipo a través la adquisición de diverso material de vuelo, entre ellos, 91 helicópteros, 81 aviones y tres sistemas aéreos no tripulados. Se señalaba que era imprescindible completar dos tripulaciones por aeronave de ala rotativa y mantener la proporción conforme se incremente la flota aérea, teniéndose un déficit de 66 pilotos aviadores.
Por su parte, algunos de los componentes del Sistema Integral de Vigilancia Aérea (SIVA) requieren ser modernizados y renovados. Para tal fin, se tiene contemplado que durante este periodo se incremente la cobertura del espacio aéreo nacional del 32% al 72%.
El 1/o. de noviembre del 2013, el General de División Piloto Aviador Diplomado de Estado Mayor Aéreo Carlos Antonio Rodríguez Munguía, fue nombrado Comandante de la Fuerza Aérea Mexicana, cargo que ostenta actualmente, continuando con la implementación del citado programa.
A través de un documento llamado Logros 2014, del «Programa Sectorial de Defensa Nacional 2013-2018» la Secretaria de la Defensa Nacional dio a conocer las principales actividades de la Fuerza Aérea Mexicana durante el año 2014, estableciendo como meta anual incrementar la movilidad estratégica en un 11.3% que equivale a la adquisición de 33 aeronaves, superándose la meta establecida en un 18.7%, al adquirirse 107 aeronaves de diferentes características, para renovar la flota aérea de la Fuerza Aérea Mexicana, entre ellos un avión Learjet 45XR, 18 aviones T-6C+, un helicóptero AGUSTA AW109SP y un avión CHALLENGER 605.
Con la adquisición de diferente material aéreo, se incrementó la capacidad operativa de la Fuerza Aérea Mexicana, del 1 de septiembre de 2014 al 31 agosto de 2015, se adquirieron las siguientes aeronaves:
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24 aviones T-6C+.
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Dos aviones King Air 350i.
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Cuatro aviones Gulfstream.
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25 aviones Grob G-120TP.
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Dos aviones C-295W.
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15 helicópteros Bell-407GX.