Los F-5E/F mexicanos siempre han despertado el interés de la gente tanto a favor y últimamente en contra, siendo hasta la fecha los únicos aviones supersónicos de combate en México, recayendo la defensa aérea «estratégica» de los cielos mexicanos en el Escuadrón Aéreo 401, de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) basado en la base aérea militar N° 1 en Santa Lucía.

Los F-5E/F mexicanos han tenido situaciones económicas y políticas que hicieron que las flota se estacionara en12 unidades de las 26 originalmente propuestas, el haber contado con los 26 aviones hubiera permitido a la FAM contar con una base más amplia para continuar con la operación con aviones modernizados tal y como lo hace Brasil o mejor aún tener un avión como el F-20 que se ofreció a México en 1986, pero que por efectos del impacto económico del sismo de septiembre de 1985 se alejó toda posibilidad de mas F-5E o F-20s antes de cerrar la línea de producción de Northrop.