El Reino Unido presentó en el Salón Aeronáutico de Farnborough, una propuesta de caza de sexta generación. El secretario de Defensa, Gavin Williamson, mostró los planes del gobierno británico para desarrollar un nuevo modelo de avión de combate. Williamson dijo que la aeronave será clave para el nuevo plan de defensa aérea del país, con el que espera mantener su poder militar «de primer nivel» después del Brexit (la salida de Reino Unido de la Unión Europea, prevista para el 29 de marzo de 2019).
«Fuimos líderes mundiales en combate aéreo durante un siglo, con una envidiable variedad de capacidades y tecnología. Esta (nueva) estrategia deja claro que estamos decididos a asegurarnos de que siga siendo así», dijo Williamson.
Williamson expresó que Reino Unido, actualmente excluido del último programa de combate entre Francia y Alemania, no está en contra de formar una asociación con otras naciones: «Muestra a nuestros aliados que estamos abiertos a trabajar juntos para proteger los cielos en un futuro cada vez más amenazante». «Este modelo de avión deja entrever cómo será el futuro. Estamos adentrándonos en una peligrosa nueva era de combate», señaló.
En el transcurso del salón aeronáutico se mostró una maqueta a escala real y se bautizó la aeronave con el nombre de un caza británico de la Segunda Guerra Mundial: Tempest. La presentación tuvo lugar poco después de que se anunciara el desarrollo de un proyecto similar por Francia junto con Alemania, por lo cual ya son dos los proyectos ambiciosos que nacieron en Europa.
El gigante aeroespacial Airbus dio la bienvenida al nuevo programa: «Airbus celebra el compromiso de Reino Unido de financiar el proyecto de cazas. Estamos ansiosos por continuar las conversaciones de colaboración con todos los actores europeos relevantes». Reino Unido comenzó a trabajar de manera independiente en su propio caza luego de que el brazo alemán de Airbus, que había desarrollado el Eurofighter con BAE, respondiera al Brexit estableciendo una nueva alianza con la francesa Dassault Aviation.
El Tempest será el primer avión en décadas construido en su totalidad en Reino Unido, y está previsto que conviva con los cazabombarderos Typhoon, que sirvieron para realizar numerosos ataques en Irak en años recientes. Más adelante, los reemplazará por completo.
Hasta ahora no ha habido una definición concreta de lo que es un caza de sexta generación, pero sí hay algunos rasgos comúnmente aceptados para esta clase de aviones militares, la principal característica de la nueva generación es que tener un piloto sea opcional. O sea, los nuevos cazas deben ser naves no tripuladas, donde el piloto no es más que una opción.  Ello daría la oportunidad de crear una ‘camada’ de aviones que comparten una red de información. Por ejemplo, en Rusia se consideró la opción de crear un avión de comando que controlara una manada de drones.
Otra característica a destacar es la capacidad de volar en dos medios: en la atmósfera y la órbita terrestre. Con ello, se integrarían novedosos materiales que reducirán la visibilidad radiológica e infrarroja de las naves, además los cazas de sexta generación tendrán que usar armamentos que se rijan por «nuevos principios físicos», tales como armas electromagnéticas y de láser.
Actualmente, los aviones más modernos que se producen en Europa, Eurofighter Typhoon y Dassault Rafale, pertenecen a la cuarta generación. Entonces la pregunta lógica es: ¿por qué tanto los británicos como los franco-alemanes desarrollan un caza de sexta generación en lugar de la quinta? Existen  dos razones principales para ello. Ante todo, los países europeos ya optaron por la compra de cazas de quinta generación estadounidenses F-35, de manera que carece de sentido «repetir» aviones. En segundo lugar, la experiencia que se obtuvo con el desarrollo de los Eurofighters ha mostrado que los programas defensivos europeos no solo son caros, sino que también tardan mucho en realizarse.
Se prevé que el nuevo caza reemplace al Eurofighter Typhoon después del 2035. Ya se destinaron 2.600 millones de dólares para su investigación y desarrollo. Sin embargo, el avión no se diseñará desde cero, las raíces de Tempest llegan hasta el proyecto Replica que BAE Systems desarrollaba entre 1994 y 1997. No obstante, en aquel entonces se optó por aplazar el proyecto y adquirir los F-35 estadounidenses.
Su construcción estará a cargo de la británica BAE Systems, el fabricante de motores Rolls-Royce, la firma de defensa aeroespacial italiana Leonardo y MBDA, especialista en misiles.
El nuevo avión contará con un motor multimodal, una aviónica que usa la inteligencia artificial para aprender, la función de una cabina virtual proyectada en el casco del piloto y será capaz de controlar otros drones.