Por: Ihuitl Maldonado G.
Este 2020 ha sido por supuesto un año sui generis, el Covid-19 nos tiene recluidos en casa sin poder llevar a cabo muchas actividades, en medio de esta crisis los eventos y fechas se siguen sucediendo y a pesar de que no se pueda salir a conmemorar como es debido, eso no significa que no lo debamos hacer; este año se celebra el 75º. Aniversario de la participación de la Fuerza Aérea Expedicionario Mexicana y el Escuadrón Aéreo 201 “Los Aguiluchos” en la Segunda Guerra Mundial, por lo que desde la seguridad de nuestros hogares los recordaremos.
Mucha gente cuestiona la participación de México en la Segunda Guerra Mundial a través del Escuadrón 201 y la FAEM, dicen que solamente fueron a pasearse, que no teníamos nada que hacer allí y que al final fue una decisión política la que motivo este hecho; esto es algo que a 75 años de distancia no podemos saber a ciencia cierta, lo que es innegable más allá de las decisiones de un gobierno que por un lado luchaba contra las ideas de un pueblo proclive al nazismo, una reciente expropiación petrolera y el buscar una mejor relación con su vecino país del norte, es el que cada uno de los miembros de la FAEM partieron con la firme convicción de defender a su país en contra del enemigo declarado e incluso de ofrendar la vida por este, y eso es algo que se debe respetar.
La historia inicia el 13 de mayo de 1942, cuando el buque tanque “Potrero del Llano” fue torpedeado y hundido por el submarino alemán U-564 al mando del capitán Reinhard Suhren, motivo por el cual el gobierno de nuestro país envío una nota a través de su cancillería en Suecia en la que exigía aclarar el incidente y cubrir la indemnización correspondiente y cuya respuesta vino nueve días después, nuevamente de la mano de un torpedo, esta vez lanzado desde el submarino U-106 el cual impacto al buque “Faja de Oro” y que obligó al presidente Manuel Ávila Camacho a declarar el “Estado de Guerra” en contra de las potencias del eje el 22 de mayo de ese mismo año, tras esta declaración las agresiones se sucedieron hasta completar un total de seis buques de bandera mexicana hundidos en aguas del Golfo de México.
Hubieron de pasar 2 años siendo el 8 de mayo de 1944 en que el presidente Ávila Camacho anunció que se tomaría parte en las acciones de combate habiendo sido seleccionada la Fuerza Aérea con el honor de defender a nuestra patria, tomando como base el que el arma aérea podría lograr resultados más significativos y espectaculares en comparación con el ejército regular, además de requerir un menor apoyo económico; en el mes de julio de este año el Congreso aprobó la iniciativa e inmediatamente la Secretaría de la Defensa Nacional dio las órdenes para la conformación del Grupo de Perfeccionamiento Aéreo –GAP- iniciándose la selección del personal que la conformaría incluyendo a elementos del ejército en las diferentes especialidades, el grupo de pilotos de la Fuerza Aérea y voluntarios civiles, los cuales partieron el 24 de julio hacia Randolph Field Texas donde se les aplicó el examen médico siendo descalificados 8 elementos, los cuales retornaron el 16 de agosto; el personal calificado fue distribuido en base a su especialidad en diversos campos y bases de entrenamiento para la capacitación específica, siendo estos: Pocatello Idaho, Boca ratón Florida, Belleville Florida, Foster Field Texas, Farmingdale Long Island, Tactical Ctr. Orlando Florida, Mayors Field Greenville Texas, Abeline Texas, Bronswille Texas y Stoneman Field Sn. Francisco.
Es necesario mencionar que para 1945 México no era ni por mucho una nación con los recursos necesarios para poder adquirir equipos de primera línea para hacer frente al compromiso de combatir fuera del territorio nacional, e incluso dentro del mismo; para subsanar esta carencia nuestro país se había sumado a la Ley de Prestamos y Arrendamientos (Lend-Lease Program), el cual fue el programa de ayuda militar estadounidense más ambicioso implementado durante la Segunda Guerra Mundial y que permitía a los Estados Unidos vender, intercambiar o transferir materiales militares de diversa índole a países cuya necesidad de defensa interna era vital para su seguridad; México había entablado conversaciones y logrado la firma del acuerdo el 27 de marzo de 1942, gracias a esto es que se pudo enviar una unidad de combate con materiales de primera línea.
Foster Field en Texas fue el campo de entrenamiento destinado a los pilotos, los cuales fueron divididos en tres secciones de vuelo y que de manera independiente iniciaron su adiestramiento, primeramente en el entrenador básico Vultee BT-13 para de allí en el entrenador North American AT-6 completar su entrenamiento avanzado, posteriormente recibieron el entrenamiento de transición al Curtiss P-40 y de este concluir a bordo del Republic P-47 “Thuderbolt”; la instrucción tuvo una duración de 10 semanas dentro de las cuales se capacitaron en vuelo acrobático, nocturno, tácticas de combate, tiro, bombardeo y vuelo de formación. Tras la instrucción específica la unidad entera fue concentrada en la base de Pocatello Idaho en septiembre de 1944 para llevar a cabo la fase del entrenamiento ya en conjunto como una sola unidad, que fue recibida en tres bases distintas: Pocatello Idaho de principios septiembre al 27 de noviembre de 1944 (de donde tuvo que ser trasladada debido al mal tiempo de la temporada invernal), Major Field Texas donde permanecieron hasta el 14 de diciembre de ese año y la base aérea de Abelline en Texas a partir del 16 de diciembre y hasta febrero de 1945.
Fue hasta el 29 de diciembre de 1944 en que la Cámara de Senadores autorizó al presidente de la república el envío de tropas y material bélico fuera del territorio nacional durante el tiempo en que nuestro país se encontrara en estado de guerra contra las potencias del eje, por lo que el Grupo de Perfeccionamiento Aéreo paso a ser la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana, que dentro de su organización contaría con todos los servicios requeridos, así como su unidad de combate, que de acuerdo al orden y clasificación llevado por la FAM fue designado como Escuadrón Aéreo 201, así mismo el Coronel Antonio Cárdenas Rodríguez quedó ratificado como comandante de la FAEM y el Capitán Radamés Gaxiola Andrade como comandante del escuadrón.
Durante su estancia en Abelline y ya como FAEM es que se sufrió la primera baja, el 23 de enero se llevó a cabo la misión no. 58 del entrenamiento para perfeccionar el tiro aéreo, ese día la sección conformada por el Teniente Rodríguez Corona y el subteniente Crisóforo Salido Grijalva concluían la revisión final de sus aeronaves, Salido Grijalva fue autorizado a iniciar el carreteo hacia la cabecera de la pista 12-30, desafortunadamente sin darse cuenta el subteniente se ubicó en la pista de taxeo e inicio su despegue, esta solo contaba con trescientos metros de longitud los cuales no eran suficientes, cuando Salido Grijalva se dio cuenta y aplicó los frenos del P-47 ya era demasiado tarde, la aeronave impacto el terreno lodoso frente a la pista capoteando en un ángulo de 180 grados y golpeando directamente al piloto el cual falleció de manera instantánea, este fue un duro golpe a los miembros del escuadrón que en definitiva les dejaba en claro lo que se avecinaba.
En un principio y toda vez que fueron submarinos alemanes los que hundieron a los buques mexicanos, la intención era que la FAEM operara dentro del teatro de operaciones en Europa, por lo que los pilotos recibieron también como parte de su entrenamiento la identificación de todas la aeronaves alemanas e italianas desde su silueta en el aire, planta motriz, potencia de fuego, tácticas y capacidades aerodinámicas, sin embargo para finales de 1944 la situación se encontraba más que definida a favor de los aliados, por lo que por recomendación del agregado militar en Washington el General Luis Alamillo Flores se tomó la decisión de que las operaciones de la FAEM se llevaran a cabo en Filipinas y en contra del Japón, considerando entre otros los lazos de hermandad e idioma que se compartían con el pueblo filipino, esto demoró algún tiempo la conclusión del entrenamiento ya que nuevamente debieron recibir la instrucción sobre las aeronaves del enemigo, esta vez las niponas.
El entrenamiento de la FAEM quedó concluido el 19 de febrero de 1945, lo que marcó además un record en la USAF ya que superaba el promedio establecido por los escuadrones norteamericanos logrando graduarse en nueve meses, con tan solo dos bajas y con calificaciones de excelente de acuerdo a lo asentado por los instructores de la 7ª. Ala de la 2ª. Fuerza Aérea, a la que pertenecieron durante la fase de entrenamiento. El 22 de febrero el subsecretario de la defensa General Francisco L. Urquizo, abanderó a la FAEM con las siguientes palabras: “Los exhorto a que en las duras pruebas que les depara la guerra sientan latir al unísono los corazones mexicanos y espero que traigan de regreso la bandera que el General Ávila Camacho les envía, quizá desgarrada por el enemigo, pero cubierta de gloria…”
Ya en las fases finales de entrenamiento México y la FAEM hubieron de sufrir una segunda perdida, cuando el 10 de marzo de 1945 y durante una práctica de tiro en movimiento el P-47 del Teniente Javier Martínez Valle golpeó el cable que remolcaba el blanco dañando la aeronave y haciendo que el piloto perdiera el control cayendo y estrellándose en la Isla del Padre pereciendo en el accidente siendo este el segundo pago de sangre del escuadrón.
Hasta el 18 de marzo de 1945 permanecieron el Majors Field, ese día a las ocho de la mañana abordaron el tren que los trasladaría al campo Stoneman en Pittsburgh California, cerca de San Francisco, donde a la misma hora pero del 27 de marzo y por vía fluvial arribaron a San Francisco donde abordaron un buque de transporte clase “Liberty” de nombre “Fairisle” con rumbo a las Filipina,; en el buque además del escuadrón mexicano también viajaban 2,800 soldados norteamericanos con el mismo destino; habiendo recorrido más de la mitad de la travesía, en Nueva Guinea, el buque se sumó a un convoy de aproximadamente 40 navíos de diferente tipo, arribando a Filipinas el 30 de abril de 1945, tras una travesía de 33 días, desembarcando al día siguiente 1 de mayo.
Ya en suelo filipino abordaron un tren que los llevó a la Base Aérea de Porac a aproximadamente 80 kilómetros de Manila, la ciudad capital, donde quedaron encuadrados en el 58º. Grupo de Pelea del 5º. Comando de la 5ª. Fuerza Aérea, sitio desde el que operarían en las acciones del teatro del pacífico.
El aniversario del inicio de operaciones de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana y el Escuadrón Aéreo 201 es el 1 de mayo de 1945, sin embargo el 3 de enero de 2005, el entonces presidente de México, Vicente Fox Quezada emitió un decreto que suma el día de 2 de mayo como “Conmemoración de la Muerte de los Pilotos de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana, Escuadrón 201, en 1945”, por lo que el día de hoy se conmemora su 75º. Aniversario de manera oficial, coincidentemente el 2 de mayo de 1945 fue el día en que cesaron las hostilidades en el frente de Europa.
Sin embargo, el año no cambia, 1945 ha quedado grabado en la historia como aquel en que por vez primera fuerzas militares de México salieron fuera del territorio patrio a combatir en contra de un enemigo común, por lo que a lo largo de todo este 2020 debemos recordar las acciones llevadas a cabo en Filipinas, que no importando el motivo que las generó fueron reales para todos los miembros de la FAEM que partieron a ultramar a defender los intereses de la nación.