Por: Ihuitl Maldonado Gastelum.

El 28 de octubre del 2010 fue un día negro para la aviación nacional, ese día despegaba por última vez el vuelo 886 con la ruta México – Toronto, cerrando así el ciclo de operaciones aéreas de Mexicana que por 89 años surcó los cielos de nuestro país comunicando a prácticamente todas las ciudades de la república; a pesar de lo que se ha dicho la empresa no ha desaparecido por completo pues sigue operando el MRO ubicado en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, quizá dando la esperanza de que, como el ave Fénix, pueda resurgir de sus cenizas y remontar nuevamente.

Mexicana de Aviación no es un nombre menor, esta empresa junto a las aerolíneas KLM, Avianca, Qantas y Aeroflot conforma el grupo de empresas de aviación más antiguas del orbe, las cuales a lo largo de su vida han sido pilares en el desarrollo de la aviación internacional al abrir rutas y comunicar poblaciones por vía aérea que en otras circunstancias tomaría varios días de viaje, incorporando los equipos de vuelo más avanzados en sus diferentes épocas.

Inauguración de la ruta México-Tuxpan-Tampico-Brownsville, el piloto Charles Lindbergh, Imagen del libro Puertos del Aire SCT

La historia de Mexicana inicia un 12 de julio, pero del año 1921, en que la empresa fundada bajo el nombre de Compañía Mexicana de Transportación Aérea iniciaba la operación de las rutas México-Tuxpan-Tampico, México-Tampico-Matamoros y México-San Luis Potosí-Saltillo-Monterrey con un avión biplano Lincoln Standard, formalizando así la primer línea aérea de bandera mexicana y la cuarta a nivel mundial, la cual para el año 1924 cambiaba su nombre a Compañía Mexicana de Aviación y que para 1928 ya operaba con una frecuencia de tres veces por semana, la ruta Veracruz-Minatitlán-Ciudad del Carmen-Campeche-Mérida, avances que lograron que para el año 1929 se volviera internacional al inaugurar la ruta México-Tuxpan-Tampico-Brownsville con un trimotor Ford de la mano del famoso piloto Charles Lindbergh; la demanda de una creciente industria aérea impulsó a la joven empresa que para el año 1930 ya contaba con una flota compuesta por cinco trimotores Ford, tres trimotores Fokker 10-A, un trimotor Keystone, dos Stearman C3 y ocho monoplanos Farichild, la cual operaba entre otros, desde aeródromos que la misma empresa fundó como Tampico, Tuxpan y Veracruz, además de hacerlo de manera regular desde el Puerto Aéreo Central de la ciudad de México hoy AICM.

DC-3 Imagen del libro Puertos del Aire SCT

La Compañía Mexicana de Aviación logró un desarrollo tal, que para el fin de la segunda guerra mundial ya se había convertido en la aerolínea bandera del país operando ahora aeronaves como el noble Douglas DC-3 y posteriormente el DC-6B, DC-7 y Convair 240, los cuales consolidaron su confiabilidad en el transporte de pasajeros; con el paso del tiempo y el desarrollo de nuevas tecnologías Mexicana continuaba avanzando firmemente y adquiría tres aeronaves inglesas De Havillad Comet 4C inaugurando la era del jet el 4 de julio de 1960 con el Comet martícula XA-NAS en la ruta México-Los Ángeles.

Imagen del libro Puertos del Aire SCT

Para los lectores que ya crucen la línea de los cincuenta años, Mexicana sin duda representa un ícono de la aviación en nuestro país, esté ícono sin duda es representado por el avión más numeroso operado en su historia, el Boeing 727 que abría la década de los años setenta, flota que sería complementada por el primer jumbo operado en nuestro país, el Douglas DC-10, que en los años ochenta llegaba y reforzaba sus vuelos internacionales al poder transportar a más de 300 pasajeros en sus diferentes clases.

Todos estos logros por supuesto se alcanzaron debido a la inteligente dirección de un visionario, Don Manuel Sosa de la Vega, que con hábil mano dirigió una empresa que reportaba grandes utilidades, este fue el punto más alto alcanzado por la empresa; en 1982 el gobierno de México, en su infinita sabiduría, adquiere el control de la empresa iniciando un manejo de capital combinado que duraría ocho años, para 1990 el gobierno vende su participación a capitales privados que como primera acción despiden a Sosa de la Vega, comenzando un declive del cual ya no podría salir, los nuevos propietarios cambian la forma de llevar a cabo las operaciones de la empresa en ahorros mal entendidos que lograron hacer que una empresa de clase mundial se tornara en una estándar con lo que muchos pasajeros optaron por un cambio de aerolínea; el material de vuelo, otrora propiedad de Mexicana ahora era arrendado, sin dejar de ser equipo nuevo, pero ya no como propietarios, ahora podíamos ver aeronaves como Boeing 757, Airbus 320, Fokker 100.

Ya para el nuevo milenio y con un cambio de imagen que dejaba mucho que desear, los equipos de vuelo son complementados con la incorporación de los grandes Boeing 767 y Airbus 300 para vuelos internacionales y sustituía los Fokker 100 por Airbus 318 para vuelos domésticos, no obstante y a pesar de estas incorporaciones la empresa se encontraba en una virtual quiebra financiera con pocas posibilidades de salir adelante, lo que llevo a la misma a terminar con sus operaciones aéreas ese 28 de octubre.

Podemos decir que la historia de Mexicana fue gloriosa, escribió grandes capítulos en el desarrollo de la aviación nacional, fue una aerolínea que impulsó fuertemente el turismo con los famosos VTP –Viajes Todo Pagado- que incluían con la compra del boleto de avión el hospedaje y algunas otras amenidades, fue una empresa que incorporó equipos de vuelo de primera línea y que en definitiva y a pesar de no volar más si merece ser recordada y reconocida como su logan la describió por muchos años… ¡La primera, siempre será la primera!