Por José A. Quevedo

Con 1,570 aviones construidos se cierra la línea de producción del que fuera en su momento el avión más grande del mundo, ya que el último Boeing 747 salió de la línea de ensamblaje el pasado 6 de diciembre de 2022, de acuerdo con Boeing, el último 747 tendrá como destino la aerolínea de carga Atlas Air.

El Jumbo Jet es el avión más popular que Boeing ha construido, mucho en parte a su enorme tamaño, tan grande como para transportar al Transbordador Espacial y en su momento marco toda una época sobre todo en las rutas trasatlánticas. Pero eso ha quedado en el pasado, ahora su enorme tamaño y sus cuatro motores lo hacen caro de operar para las aerolíneas en la era del bajo costo. Las aerolíneas se han alejado de los aviones con cuatro motores, su rival de Airbus el A380 abandonó su propio jumbo de dos niveles en el 2019.

Boeing había informado desde el 2020 que dejaría de fabricar el enorme 747, incluso en su forma de carguero, ya que los clientes preferían el carguero del triple 7, más eficiente en consumo de combustible, o ahorraban dinero reacondicionando antiguos 747 de pasajeros como cargueros. La compañía todavía no ha anunciado sus planes para la fábrica de Everett, Washington, donde se ha construido el 747, la instalación tiene casi 6 millones de metros cúbicos, lo que, según Boeing lo convierte en el edificio más grande del mundo por volumen.

El 747 puede transportar entre 400 y 500 pasajeros, el doble que uno de los actuales aviones de fuselaje ancho de Boeing, como el 787-8 Dreamliner. Pero Boeing no ha construido una versión de pasajeros del 747 desde que entregó el último a Korean Airlines en el 2017. En la actualidad solo quedan 44 aviones de pasajeros del 747 en servicio, según la empresa de análisis aeronáutico Cirium. Más de la mitad 25 pertenecen a Lufthansa.

Ese número de aviones es inferior a los más de 130 jumbos en servicio que había a finales de 2019, justo antes de que la pandemia paralizara la demanda de transporte aéreo, especialmente en las rutas internacionales en las que se utilizaban principalmente el 747 y otros aviones de fuselaje ancho. La mayoría de esas versiones de pasajeros de los jets se quedaron en tierra durante los primeros meses de la pandemia y nunca volvieron al servicio.

Pero todavía hay 314 aviones 747 de carga en uso, según Cirium, muchos de los cuales se utilizaron inicialmente como aviones de pasajeros antes de ser renovados como aviones de carga.

«El 747-8 es un avión increíblemente capaz, con una capacidad que no tiene comparación con ningún otro carguero en producción», dijo UPS en 2020, cuando Boeing señaló que pronto dejaría de construir el avión. «Con una carga útil máxima de 139 toneladas, los utilizamos en rutas largas y de gran volumen, conectando Asia, Norteamérica, Europa y Medio Oriente». La versión actual el 747-8 mide 76,25 metros de largo, el avión comercial más largo actualmente en servicio, a eso se suman 68.3 metros de envergadura

Boeing entregó los primeros 747 de pasajeros en diciembre de 1969 a dos aerolíneas que ya no existen: TWA y PanAm. Delta Air Lines fue la última aerolínea estadounidense en volar una versión de pasajeros del avión, también en 2017. Ese fue el último año en que los últimos vuelos de pasajeros del 747 estadounidense –tanto de Delta como de United — atrajeron a grandes multitudes de seguidores del avión, testimonio de su perdurable popularidad.

Boeing tiene pendiente la entrega de dos 747 que reemplazarán a los viejos Air Force One que utiliza el presidente de Estados Unidos. En 2017, la Casa Blanca firmó un contrato por 3.900 millones de dólares para la compra de dos aviones, sin embargo, la entrega ha sufrido retrasos. El fabricante ofreció cambiarlos por la variante Dreamliner, sin embargo, la secretaria de la Fuerza Aérea declaró que el Boeing 747 es el único avión estadounidense que cumple con las capacidades para ejecutar misiones de apoyo presidencial.