Por: José A. Quevedo

La NASA lanzó su nuevo y gigantesco cohete, a las 01:48 horas del 16 de noviembre de 2022, después de superar los contratiempos técnicos y meteorológicos que obligaron a aplazar el despegue en tres ocasiones y que tiene la  misión de llevar a la capsula Orión, mas allá de la Luna.

 El lanzamiento es la primera etapa de una misión en la que se planea que Orión viaje aproximadamente más de 64.300 kilómetros más allá de la Luna y regrese a la Tierra en el transcurso de 25,5 días.

El Sistema de lanzamiento espacial (SLS por sus siglas en inglés), tiene la misión de preparar los fundamentos  para una presencia humana sostenible en la superficie de la Luna y avanzar en el camino hacia misiones tripuladas al planeta Marte. A la fecha es el vehículo más potente jamás desarrollado por la NASA y es la base de su programa Artemis, con el que volveria la presencia humana a la superficie lunar tras 50 años de ausencia.

En esta primera misión Orión no lleva tripulación, pero si todos los sistemas funcionan adecuadamente en las próximas misiones los astronautas estarán  a bordo a partir de 2024. En este lanzamiento el SLS lanzó 39,1 meganewtons de empuje desde la plataforma, lo que supone cerca de un 15% más que los cohetes Saturno V que enviaron a los astronautas del Apolo a la Luna.

Después de alcanzar su órbita inicial, Orión desplegó sus paneles solares y los ingenieros comenzaron a realizar comprobaciones de los sistemas de la nave espacial. Tras 1 hora y media de vuelo, el motor de la etapa superior del cohete se encendió con éxito durante aproximadamente 18 minutos para dar a Orión el gran impulso necesario para enviarla fuera de la órbita terrestre rumbo hacia la Luna.

Orión se separó de su etapa superior y se encuentra en rumbo a la Luna impulsada por su módulo de servicio, que es la central eléctrica de propulsión proporcionada por la ESA (Agencia Espacial Europea) a través de una colaboración internacional. Con esta contribución, Europa incluirá a sus astronautas en futuros viajes a la superficie de la Luna.

Artemis I cuenta con el apoyo de miles de personas en todo el mundo, desde contratistas que construyeron Orion y SLS, y la infraestructura terrestre necesaria para lanzarlos, hasta socios internacionales y universitarios, y pequeñas empresas que suministran subsistemas y componentes.

A través de las misiones Artemis, la NASA aterrizará a la primera mujer y la primera persona de color en la superficie de la Luna, allanando el camino para una presencia lunar a largo plazo y sirviendo como trampolín para los astronautas en el camino a Marte. Si todo va según lo planeado, en 2025, Artemis-3 será el primer alunizaje desde la misión Apolo 17, en 1972.

Imágenes NASA